Cuando algunos de los legendarios bares de lesbianas de la ciudad cerraron en los últimos años (RIP, Meow Mix, Cattyshack y Rubyfruit), algunos preocupados por la vida nocturna de la ciudad de Nueva York se llevarían un éxito. Pero los bares que siguen manteniéndose mantienen las cosas rebosantes de un ambiente acogedor y una variedad de eventos semanales populares. Los visitantes también encontrarán fiestas que ofrecen una amplia variedad de música, técnica, pop, hip-hop, retro, en una variedad de lugares nocturnos de la ciudad. Sigue leyendo para obtener más información sobre tres incondicionales lugares de reunión lesbiana.
Cubbyhole. Photo: Molly Flores
Barras
Cubbyhole
281 W. 12th St., 212-243-9041, West Village, Manhattan
Este alegre rincón cuenta con una decoración de Mardi Gras y un ambiente agradable que no ha cambiado desde su apertura en 1994. Su popular happy hour (de lunes a sábado, hasta las 19:00 h) está repleta de bebidas normales y los especiales de bebidas continúan hasta bien entrada la noche, la mayoría de los días de la semana. También hay margaritas por $3 los martes, y los domingos ofrecen marys sanguinolentas por $4 y royales por $5 de 2:00 p. m. a 7:00 p. m.
Henrietta Hudson
438 Hudson St., 212-924-3347, West Village, Manhattan
El bar lesbiano de mayor duración de la ciudad (¡más de 25 años!) no solo sobrevive, sino que prospera gracias en parte a su lista de DJ residentes, como Tikka Masala, Culi, Rosy Q y Pool Boi. El bar tiene un calendario de eventos maravillosamente ecléctico, que incluye Homotown (alma de la vieja escuela y hip-hop) los jueves y Snatch (música de baile) los sábados.
Ginger's Bar. Photo: Natasha Gornik
Ginger’s Bar
363 Fifth Ave., 718-788-0924, Park Slope, Brooklyn
Puede que Park Slope se haya gentrificado, pero el bar lesbiano del barrio de Brooklyn (también conocido como “The G-Spot”) sigue atrayendo a una animada multitud. Eventos como el karaoke Way Gay, happy hours de lunes a viernes de 17:00 a 20:00 y fiestas de baile los viernes por la noche hacen que este lugar siga saltando. La mesa de billar y el espacioso patio trasero hacen de Ginger’s un orificio fiable para las damas de la zona y sus admiradores.



